¡A las buenas! Hoy vengo
a hablaros de una novedad que ha salido hace poco de la mano de Edge:
Cthulhu Realms.
Cthulhu Realms es un
juego de construcción de barajas (deckbuilding game) para 2 a
4 jugadores en el que encarnaremos a un sectario fanático cuyo
objetivo es llevar la locura a todos los rincones del planeta. Cada
jugador comenzará con 50 puntos de cordura y nosotros tendremos que
hacer que los pierdan comprando cartas, eliminando las que no nos
sirvan y gestionando sus acciones para que sean lo más destructivas
posibles. Si en algún momento solo queda un jugador con cordura
porque el resto hayan sido eliminados será nombrado vencedor en un
mundo azotado por la locura y la desesperación (¡hurra!...
supongo).
Ahora que ya tenemos un objetivo, vamos a ver cómo conseguirlo. La baraja inicial con la que cada jugador empezará la partida está compuesta por 6 seguidores, 2 iniciados y 2 matones. Estas cartas tienen unos efectos básicos tales como generar conjuración para comprar cartas o reducir un poco la cordura de los demás jugadores. Con el paso de los turnos iremos añadiendo más cartas a nuestra baraja para conseguir diversos efectos como hacer que otros jugadores pierdan grandes cantidades de cordura, generar más conjuración, obligar a otros a descartar cartas o a nosotros a robarlas. Gracias a la buena cantidad de efectos y de sinergias entre las cartas tenemos un juego muy sencillo de jugar a nivel de reglas y con una dosis media de estrategia, lo cual agradecerán tanto los veteranos como los nuevos jugadores al ser tan asequible para todos los públicos.
La mecánica de juego
funciona del siguiente modo: al principio de nuestro turno tendremos
5 cartas en la mano que podremos jugar en el orden que queramos.
Siempre que juguemos una carta podremos utilizar cualquiera de las
acciones que nos indica siempre y cuando hayamos cumplido las
condiciones de activación en caso de haberlas. Una vez que hayamos
jugado todas las cartas y hayamos activado las acciones que queramos,
nos descartaremos de las cartas sobrantes, robaremos 5 nuevas cartas
y entonces empezará el turno del siguiente jugador.
En el centro de la mesa
al alcance de todos los jugadores estará una baraja boca abajo
compuesta por todas las cartas del juego que no sean básicas. Se
revelarán y se pondrán en una fila 5 cartas que serán las que
podremos comprar y se revelará también la carta de la parte
superior de esta baraja pero esta no estará disponible. ¿Por qué
se muestra sino se puede comprar? Para darle al juego un puntito más
de estrategia ya que te obliga a pensar no solo en el turno actual
sino en los siguientes.
Las cartas están
agrupadas por tipos y colores. Los tipos son Reliquia, Personaje y
Lugar, y son relevantes únicamente para los efectos de otras cartas
excepto los lugares, que tienen sus reglas propias: no se descartan
al final del turno, sino que se quedan en juego, y pueden servir para
protegernos de las pérdidas de cordura además de las acciones
propias de cada uno. Los colores de las cartas pueden ser verde,
amarillo o morado y este es un punto muy importante del juego ya que
cada color tiene una estrategia:
- El color verde tiene muchas cartas para deshacernos de cartas de nuestra baraja además de que provoca una cantidad de perdidas de cordura industriales. Es un color muy agresivo.
- El color amarillo tiene muchos efectos que sirven para manipular la baraja y molestando en general. No hace tanto daño como el verde pero sirve para robar cartas o hacer que otro se descarte.
- El color morado tiene un poco de los otros colores pero además tiene muchos efectos de curación, por lo que puede ayudarnos a sobrevivir. Aunque ello también implica atraer el odio de los otros jugadores.
En conclusión es un
juego muy divertido y recomendable para pasar el rato. Tiene un nivel
de estrategia que se adapta bien tanto a los nuevos jugadores que
quieran introducirse al mundo de los juegos de construcción de
barajas como a los veteranos que están buscando un juego rápido con
el que despejarse un poco. Las ilustraciones crean un ambiente muy
cómico y todas las cartas hacen referencia a algo del universo de
Lovecraft, lo que hará las delicias de los conocedores de su obra.
Estamos ante un juego que no os defraudará, así que si tenéis
oportunidad no dudéis en probarlo.
Y hasta aquí la reseña
de hoy. Espero que os haya dado un motivo para liberar por la ciudad
los horrores cósmicos que encontramos en El Rey de Amarillo,
La llamada de Cthulhu o Las montañas de la locura, que
siempre se agradece un poquito de emoción en la vida.
Hala, a pasarlo bien.
Khorne
Khorne
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