¡A las buenas! Por fin
he tenido tiempo de retomar un poco la actividad del blog y ¿qué
mejor forma de hacerlo que comentando un juego relativamente viejo
que ha sido reeditado hace poco? Eso es, me estoy refiriendo a:
Illuminati.
De la mano de Edge
tenemos este juego de cartas lleno de sátira en el que nuestro
objetivo será conquistar el mundo a base de golpe de billetera,
engaños y chanchullos. Al principio de la partida elegiremos un
grupo de Illuminati entre los ocho disponibles e intentaremos ser el
primero en alcanzar una de las dos condiciones de victoria: controlar
un cierto número de grupos cualesquiera dependiendo del número de
jugadores o bien conseguir el objetivo específico del grupo
illuminati que tengamos. Las zonas de juego son: nuestro grupo
Illuminati y todos los grupos que estos controlen, la zona común y
la pila de descarte.
Las cartas de grupo
tienen unos valores de Poder (1), Resistencia (2) e Ingresos (3); además también
tienen flechas que indican la cantidad de grupos que pueden controlar
y una serie de tipos como Gubernamental, Violento o Rarito.
El desarrollo de la
partida es bien sencillo: al inicio de nuestro turno generaremos la
cantidad de dinero (que en este juego es tremendamente importante)
que nos indiquen nuestros Illuminati y los grupos que controlemos,
después sacaremos una carta del mazo y si es un grupo la pondremos
en la zona de grupos no controlados, o nos la quedaremos si es un
evento. Una vez hecho esto, tendremos dos acciones para realizar que
pueden ser: atacar a un grupo, repartir el dinero entre los grupos o
reorganizar la estructura de poder. También podremos realizar
acciones gratuitas como dar dinero para hacer tratos con otros
jugadores, usar cartas de evento o abandonar grupos. Una vez que
hayamos terminado nuestro turno, le tocará al siguiente jugador en
el sentido contrario a las agujas del reloj y la partida continuará
hasta que algún jugador, al final de su turno o del de otro, haya
conseguido cumplir su objetivo.
Cuando elijamos atacar a
un grupo podemos hacerlo de tres modos:
- Para controlar: si atacamos a un grupo de este modo nuestro objetivo será añadirlo a nuestra estructura de poder y beneficiarnos de él.
- para destruir: si nuestro ataque tiene éxito, el grupo será destruido. Lo pondremos en la pila de descartes y no podrá volver a ser controlado.
- para neutralizar: si conseguimos neutralizar al grupo de otro jugador lo que haremos será colocarlo en la zona de grupos no controlados.
El resultado del ataque
se determina mediante un número objetivo que se calcula del
siguiente modo:
- Se resta el Poder del grupo atacante de la Resistencia del grupo defensor (o del Poder en el caso de que queramos destruirlo).
- Por cada tipo de grupo que compartan el atacante y el defensor tendremos un bonificador o penalizador dependiendo del tipo de ataque.
- Cualquier jugador podrá gastarse la cantidad de dinero que quiera para bonificar o penalizar al atacante o al defensor (¿he comentado ya lo importante que es el dinero?).
El número final será el
resultado que debamos obtener tirando y sumando el resultado de 2
dados de 6 caras. Si el resultado es menor o igual que el número
objetivo, el ataque ha sido un éxito; si sacamos más el ataca habrá
fracasado. Es importante señalar dos cosas de los ataques: si el
resultado de los dados es 11 o 12 el ataque siempre
falla; y siempre que un jugador pierda un grupo por el motivo que
sea, perderá también todos sus grupos asociados, por lo que debemos
tener cuidado con lo que hacemos con nuestros títeres.
Mi opinión personal es
que es un juego muy bueno según quién lo juegue. ¿Qué significa
esto? Significa que no es un juego al que pueda jugar todo el mundo:
por un lado, la gente que no está muy metida en el mundo de los
juegos de mesa puede sentirse un poco abasallada por lo complejo que
es el juego en sí, además de que una partida te puede durar entre
30 minutos o 2 horas, cosa que a muchos les echa para atrás. Pero
por otro lado, es un juego que, pese al ambiente oscuro de las
ilustraciones, está lleno de sátiras y la propia estructura del
juego da pie a que cada uno se haga sus propias conspiraciones
paranoicas (así que la Comisión triliberal tiene controlado
a Hollywood para que le diga al F.B.I. lo que tiene que
hacer mientras este mantiene su control sobre las Tiendas de
comida macrobiótica, vaya vaya...).
A nivel de reglas
Illuminati parece bastante lioso pero cuando te pones a jugar en
realidad es muy sencillo, la complejidad del juego radica en la
estrategia y la gestión del dinero y de los grupos, ya que es
importante tanto la cantidad de dinero que tiene disponible un grupo
como su posición en la escala de poder. Este juego, dicho en pocas
palabras, es una muy buena combinación de estrategia y gestión de
recursos, aunque tiene lo malo que tienen todos los juegos de cartas:
el azar de que no salgan las cartas que necesitas. Pero bueno,
realmente eso te lo vas a encontrar en todas partes, por lo que a mi
parecer no es un punto negativo "real".
Y hasta aquí la reseña
de hoy. Espero que os haya gustado y os animo a que si tenéis
oportunidad de probar este juego no la desaprovechéis. Haced vuestra
propia teoría de cómo nos controlan los ricos y los poderosos.
Hala, a pasarlo bien.
Os dejo una foto de lo que contiene la caja básica y sí, la pongo aquí porque no sabía cómo meterla antes:
Hala, a pasarlo bien.
Khorne
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